En el contexto regional, las señales positivas respecto de la recuperación de la economía brasileña se han debilitado en los últimos meses. Además, la implementación efectiva de la reforma fiscal sigue enfrentando desafíos importantes, dada la compleja situación política. La solidez de su recuperación dependerá de manera crucial de la reducción de la incertidumbre política y económica. Asimismo, Argentina sigue atravesando un complejo proceso de transición económica, aunque se prevé una recuperación en el 2017.
Otro factor de riesgo a considerar es la evolución de los precios del petróleo en los próximos meses, dado que recientemente han comenzado a incrementarse en los mercados internacionales, como resultado de acuerdos entre los principales productores mundiales para recortar la producción. En la medida que estos compromisos se cumplan, los precios podrían seguir aumentando, lo cual asociado a un escenario de fortalecimiento del dólar, representaría un elemento de presión sobre los precios internos de los países importadores de petróleo y/o combustibles derivados del mismo.
En el plano doméstico, un elemento a tener en cuenta es la evolución del tipo de cambio en los próximos meses, aunque esto dependerá en gran medida de los próximos pasos que adopte la Reserva Federal durante el 2017. No obstante, dado que se trata de un shock transversal a todas las economías, el impacto sobre la dinámica de precios internos dependerá, en todo caso, del comportamiento del tipo de cambio real con respecto a los principales socios comerciales.
Asimismo, como se ha señalado en los informes previos, la reversión de los diferenciales de precios con relación a Argentina (más bajos en Paraguay) sigue generando un importante flujo de ventas en las zonas fronterizas, lo que está contribuyendo adicionalmente al impulso de la actividad comercial. No obstante, en la medida que esta demanda aumente, los precios de determinados productos locales podrían incrementarse, aunque esto dependerá también de la capacidad de producción doméstica para satisfacer el incremento de la demanda adicional.
En cuanto al comercio con Brasil, a pesar de su frágil situación económica, las exportaciones de Paraguay a dicho país se incrementaron durante el 2016. Asimismo, las reexportaciones han mostrado una recuperación significativa en los últimos meses, explicada principalmente por la apreciación del real brasileño con respecto al dólar. En este sentido, si bien las perspectivas de crecimiento se han debilitado, la evolución del valor de la moneda brasileña también será un elemento importante en la consolidación de la dinámica reciente del comercio fronterizo en el 2017.
Por otra parte, es importante señalar que recientemente se aprobó un nuevo mecanismo de actualización del salario mínimo, que contempla ajustes con una periodicidad anual, a diferencia de la regla anterior en la que el tratamiento se realizaba una vez que la inflación acumulada desde el último cambio alcanzara 10% y que en los últimos años posibilitó actualizaciones, en promedio, cada 30 meses. La nueva regla permitirá ajustes más frecuentes, lo que podría generar, en cierta medida, un aumento de la persistencia de la inflación cuando la economía enfrente los efectos de algunos shocks externos o internos, dado que limita el periodo de tiempo para acomodarlos. No obstante, dado que en los últimos años Paraguay ha mantenido una inflación baja, principalmente en el periodo de implementación del esquema de metas de inflación, no se espera que la nueva regla comprometa el cumplimiento de la meta del 4,5% anual.
Evaluados los escenarios alternativos, el CEOMA considera que el balance de riesgos para la inflación se encuentra equilibrado. Al respecto, el Comité seguirá atento a la evolución de las variables macroeconómicas más relevantes para la inflación doméstica, aplicando de manera oportuna las medidas de política monetaria que permitan la convergencia de la inflación a 4,5% anual en el horizonte de proyección.