Este fue un regalo de Navidad para los economistas de Wall Street.
Es posible que 2015 sea el primero de cinco años en que deban elevar los pronósticos de crecimiento económico global en lugar de bajarlos.
Podría ser una expresión de deseos, ya que el año termina con Rusia en crisis, los inversores redescubriendo la volatilidad y los bancos centrales volviendo a las inyecciones monetarias. Otros posibles riesgos son más estallidos geopolíticos, elecciones desde Grecia hasta el Reino Unido, un aterrizaje difícil en China, una salida prematura del estímulo de la Reserva Federal y un deslizamiento hacia la deflación en Europa y Japón.
La historia reciente se inclina del lado de los pesimistas. Hace un año, el pronóstico promedio de los economistas consultados por Bloomberg News apuntaba a un crecimiento de 3,5 por ciento en 2014. Desde entonces fue bajado hasta 3,2 por ciento. También se hicieron rebajas en 2011, 2012 y 2013.
En un intento de explicar el error de este año, los economistas de JPMorgan Chase Co. culparon a las desaceleraciones más grandes de lo esperado en los mercados emergentes y a la incapacidad de la eurozona para ganar impulso.
De todos modos, conforme al espíritu navideño, aquí van algunas razones para pensar con optimismo que el pronóstico de la encuesta de Bloomberg News de una expansión de 3,5 por ciento en 2015 resultará, por una vez, demasiado bajo.
La caída de 40 por ciento en el petróleo aumentará el poder adquisitivo de los consumidores y las empresas. El Fondo Monetario Internacional estimó esta semana que la caída podría sumar 0,7 por ciento al producto interno bruto global el año próximo. Los consumidores de petróleo tienen una mayor propensión a gastar que los productores y contribuyeron a impulsar aceleraciones del crecimiento a fines de los años 1980 y 1990.
POLÍTICA MÁS FLEXIBLE
Los mercados están “subestimando el riesgo positivo del crecimiento”, dijo Torsten Slok, economista internacional principal de Deutsche Bank AG, quien estima que, por consiguiente, el Grupo de los Siete podría crecer más de 3 por ciento.
Los bancos centrales flexibilizarán aún más la política monetaria. Banco del Japón impulsó recientemente su compra de bonos y podría ser seguido pronto por el Banco Central Europeo, en tanto China y otros mercados emergentes están rebajando las tasas de interés.
Aun cuando la Fed suba las tasas por primera vez desde 2006, es poco probable que lo haga antes de mediados del año y dice que actuará gradualmente y espera ir disminuyendo su balance general. Lo mismo vale para Banco de Inglaterra.
Credit Suisse Group AG estima que los balances de los cuatro grandes bancos centrales crecerá 13 por ciento el año próximo, o sea US$ 1,3 billones, después de la expansión del 5 por ciento este año.
CONVERGENCIA POSITIVA
Estados Unidos se apresta a crecer en su nivel más alto en un decenio en medio de un mercado de trabajo que se afirma y costos del combustible en baja. El desempleo se encuentra en un mínimo en seis años de 5,8 por ciento, la confianza de los constructores es cercana a un máximo en nueve años, la producción fabril se acelera y, después de reducir el nivel de endeudamiento, los consumidores tienen más confianza que en ningún otro momento desde la última recesión. Los economistas ven una expansión de 3 por ciento.
En el fondo de cobertura SLJ Macro Partners LLP de Londres, su cofundador Stphen Jen habla de una situación de “convergencia positiva” donde Estados Unidos guía al mundo antes que un entorno de “convergencia negativa” en el que se ve frenado acontecimientos en el exterior.
La eurozona tal vez no esté tan mal. Una moneda más débil debería sostener las exportaciones, los bancos podrían prestar más después de las pruebas de resistencia, el BCE está volviéndose más agresivo y los gobiernos son menos austeros. La confianza de los inversores y las empresas crece en Alemania, el eje de la región.
Las economías de la crisis en Irlanda, Grecia, España y Portugal están creciendo actualmente más que la región, una compensación por las reformas de “amor duro” que se vieron obligadas a desplegar, según Holger Schmieding, de Berenberg Bank, quien predice que la eurozona crecerá 1 por ciento el año próximo.
CONDICIONES FINANCIERAS
Las condiciones financieras siguen brindando su apoyo. El índice MSCI mundial de acciones subió 6 por ciento en comparación con un año atrás después del salto de 24 por ciento de 2013. El rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años está por debajo de donde comenzó el año en apenas por sobre 2 por ciento en tanto el bund alemán equivalente cayó por debajo de 1 por ciento en agosto y allí permaneció.
Los bancos están más dispuestos a prestar. Un indicador de JPMorgan de los parámetros de crédito en las grandes economías se acerca a su nivel más flexible desde 2006 y la demanda de efectivo también se acelera. “Este cambio en las curvas de la demanda y la oferta de crédito señala una aceleración en la creación general de crédito y un repunte del crecimiento de la demanda en toda la economía”, dijo el economista principal Bruce Kasman.
Los salarios están empezando a acelerarse en los Estados Unidos, Japón, el Reino Unido y Alemania. Si bien los aumentos de las remuneraciones no son grandes y los trabajadores están lejos de recuperar el terreno perdido desde la recesión mundial, los aumentos salariales pueden, no obstante, bastar para sostener la demanda de los consumidores.
Simón Kennedy
y Ye Xie
Fuente: Diario 5 Días – Edición del 26-12-2014